martes, 11 de octubre de 2011

Las características de la web 1.0, 2.0 y 3.0 y su influencia en el Marketing. Por Sebastián Camiser

Hay mucho escrito al respecto, pero poca luz para arribar a un concepto concreto. Propongo dar algunas descripciones, y dejar abierto el debate para eventuales discrepancias de criterio.
Antes de que se reconozca que el paradigma había cambiado, nunca antes se había hablado de la WEB 1.0. Tampoco se esperaba que la WEB 2.0 tenga un ciclo de vida tan corto y ya estemos a punto de reconocer de que estamos frente a la WEB 3.0.

¿Qué es la WEB 1.0?
La WEB 1.0 representa la forma más simple que tomó Internet. El elemento preponderante era el texto, luego, complementado por el HTML y los hipervínculos. La principal característica en definitiva, era la unilateralidad de comunicación entre los generadores de contenido (empresas y usuarios) y los consumidores de ese contenido. Unos “hablaban” y los otros “oían”. No había conversación alguna.

¿Qué es la WEB 2.0?
Más allá de las evoluciones técnicas, la WEB 2.0 supone un estado de total interacción.  La predominancia de herramientas colaborativas, blogs, redes sociales, WIKIS, crowdsourcing, entre otros conceptos, produjeron una evolución hacia una WEB interactiva, conversada y, hasta algún punto, más democrática. El consumidor es quién ahora genera el contenido de calidad.
El desafío para las empresas, en esta etapa, es aprender a dialogar más que hablar, y sobre todas las cosas, aprendiendo a escuchar activamente.

¿Qué es la WEB 3.0?
La Web 3.0 implica ciertas características muy propias del CLOUD COMPUTING. Básicamente, se podría decir que el contenido y la información se encuentra disponible permanentemente, sea cual fuere el soporte y la ubicación geográfica.
Por el otro lado, también supone la preponderancia de la WEB Semántica e Inteligencia Artificial, analizando un nivel de lenguaje superior a la simple escritura, es decir, lo que el usuario quiso dar como significado.

Conclusiones
Los cambios de paradigma son evoluciones, que más allá de su velocidad, son necesarios e inevitables.
La WEB 1.0 nació en un contexto de novedad, y satisfaciendo ciertas necesidades preexistentes humanas de información, pero con el tiempo se fue adaptando a la necesidad social de la interacción. La WEB 3.0 supone una evolución hacia lógicas más complejas, pero aún así representa un cambio necesario y esperable.

En definitiva, me pregunto quién se beneficia mayormente con todos estos cambios. Es cierto que ahora somos más "eficientes", pero, por el otro lado, presos de una sociedad dependiente de los microprocesadores.

En cualquiera de los casos, dado que no podemos evitar que esto así sea, intentemos utilizarlo a nuestro favor en nuestra vida profesional y personal. Igualmente, no olvidemos que los fundamentos provienen del criterio y no de la técnica.

Por Sebastián Camiser